El pasado sábado 11 de diciembre, la Virgen de la Esperanza salía a la calle después de más de dos años sin hacerlo. Las puertas de la Catedral se abrieron para que un pequeño cortejo abriese paso a nuestra Sagrada Titular a su paso por calles de la feligresía acompañada con el rezo del Santo Rosario y acompañada por numerosos hermanos y devotos.
A la vuelta y antes de encerrarse, el grupo joven decoró la calle Concepción en honor a la Inmaculada, y una lluvia de pétalos en la Plaza de la Catedral terminó esta salida tan emotiva y especial para la Hermandad.